Me quita las ganas!!!

Resulta que N. se cansó de pelearse conmigo tratando de enseñarme a manejar, y me dijo que vaya a una escuela de manejo, prometiéndome que luego de la inversión iba a poder usar el auto.

Entonces hice el estudio de mercado correspondiente, y decidí invertir casi mil pesos en eso, en cómodas cuotas obvio.

Yo pensaba ir al ACA, que tiene su pistita ahí mismo, pero al final desistí, porque N. me dijo que mejor fuera a otra escuela que tenían los mismos autos que el suyo

Resulta que al final no tenían los mismos autos, y ahora me entero de que si me hacía del ACA, podía rendir el examen ahí.

Esto no era importante en el momento de la elección, porque pensaba rendir en Concordia, pero resulta que ahora los concordienses se hacen los no-corruptos y te hacen hacer un curso de una semana, que es obligatorio, tal como dijo el tipo que me contestó el mail:

"el Curso es Obligatorio"

Usando las mayúsculas como para darle más énfasis al requisito idiota.

Entonces, o me hago porteña o me hago gualeguaychuense, y la verdad prefiero porteña. Al menos por ahora esa es la elección.

Entonces, tengo que cumplir con los siguientes trámites burocráticos:

(1) Hacer el cambio de domicilio (aunque esto ya lo venía pensando porque me cansé de no votar por la distancia). Esto me recuerda que o hago sellar el DNI o lo pierdo y tramito otro.

(2) Luego tomar la clase teórica en la escuela de manejo, sólo para que me den el certificado y no tenga que ir al curso tres días en una semana. La clase teórica incluye un tipo mal hablado (similar al que me contestó el mail, pero a éste le pago), que se hace el banana haciendo preguntas capciosas como "cuántas ruedas tienen que pasar la vía del tren?", a lo que la respuesta es peor, "cinco ruedas, porque tiene que pasar todo el auto". Encima te hacen estudiar la cantidad de años que te dan si es lesiones, y un montón de conceptos de responsabilidad civil que pensé que no volvería a leer desde que aprobé obligaciones con 6 rasposo (porque la otra profesora se apiadó y dijo "y... dejémosle el 6").

(3) Ir a la loma del quinoto, previo sacar turno por internet (se avivaron), hacerme un examen físico (?), llevar miles de papeles, y esperar ahí hasta quién sabe que hora se dignen a atenderme.

(4) Rendir el examen teórico, con preguntas similares a las del tipo de la escuela (porque él se las sabe todas, y te da una manito viste?).

(5) Rendir el examen práctico, utilizando luces que en la ciudad nadie usa, siendo todo lo precavido que nunca serás en medio de avenida corrientes a las 6 de la tarde.

Finalmente, después de toda esas peripecias, si ninguno de los trámites falla, me darán un carnet de conducir con 20 puntos pedorros que me vana durar lo que un pedo en un canasto.

Y cuando le cuento a N. que todo este dilema burocrático me quita las ganas de manejar me contesta:

"IG: dejá de poner contras, y pensá lo lindo de saber manejar"

Bue, con eso finiquitamos el tema.

Saludos, y después actualizo cómo sigue la novela, me voy a leer Weber.

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