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Cuando llega el otoño refresca y cumplo años. Mi hijo ya se avivó de que no tengo 5 años y sabe que el domingo cumplo 41. Me duró muy poco la ilusión. Igual 41 es un lindo número. Estoy pensando qué voy a hacer para mi cumpleaños. Me cuesta realmente festejar con fiesta y alcohol, porque la verdad no es algo que me llame la atención ya. Me divierte más una comida con amigos que boliche música y bailar. Pero esto no es de ahora, creo que siempre fue así. Cuando sos más joven la careteás más. Porque la gente siempre pide baile y quilombo. Veremos en qué termina el festejo de cumpleaños. Por ahora es lunes y desayuno en la cama, huyendo del ruido de la aspiradora, porque María ama esa aspiradora. Ayer me hice las manos y los pies y tengo dignidad. Hoy tengo que dar una clase, de nulidades societarias. Ah si, ahora soy docente. Tengo sueño y recién son las 8:09 del lunes. Hasta la próxima.

Esto ya no es más un diario, porque no escribo todos los días como en febrero. Pero vengo a escribir. Sigo haciendo el Wordle y el mini todas las mañanas, a veces lo termino a la noche. Sigo entrenando fuerza. Lo que no estoy haciendo tanto es leer. Porque mi prof de francés me sugirió un libro que no me está enganchando y eso es un embole. Escuché a Gretchen Rubin decir que ella lee mucho porque sabe siempre cuando dejar un libro que no le gusta. Y pienso que ahí está la clave. Venía leyendo a un ritmo hermoso y desde que empecé este libro bajé. Ah también sigo meditando, son muy pocas las mañanas  en las que ni lo hago. A veces cuando lo necesito lo hago a la noche. Será que podré incorporar el hábito de hacer yoga en casa? Hoy hablé con alguien que lo hace. Se puede. Hay que probar. Veremos. Por lo pronto voy a abandonar oficialmente m libro. Hasta la próxima.

Hice una pausa sin querer, porque no podía entrar acá. Algo pasó y el universo blogger me rechazaba nuevamente. Cómo sin acordarse de quién soy. Nunca escribí tantas entradas en un mes. Será la tranquilidad de que nadie está leyendo. Hoy tuve un lunes de esos para olvidar. Un llamado tras otro, un tema tras otro, una cosa que sale mal tras otra. Hice tiempo para ir al gimnasio, y resultó en que me des encontrara con los técnicos que mi marido coordinó para que vinieran justo hoy. Tuve que ir a una reunión al centro a última hora un lunes. Volví y el Paseador no había venido, mi hijo quería que lo durmiera yo y yo con hambre. Acá estoy sentada en el piso de su habitación procastinando ir a desmaquillarme, cenar y dormir para mañana volver a empezar Veremos cómo sigue.

Parece que soy una persona que tolera muy bien el dolor. Porque puedo seguir y seguir por más que me duela algo. Capaz que no es una virtud. Capaz que no soy muy gentil con mi cuerpo.

Hoy hice todo un poco tarde, el desayuno, la meditación, el gimnasio, el Wordle, el diario. Pero bueno, fue un día así. Me fui a hacer un masaje y la terapeuta me dijo “hace rato que no veía una mujer tan contracturada”. No sé si fue un halago. Mañana vamos al cine. Veremos. Hasta mañana.

Yo no doy más con este calor. Necesito que sea otoño. Necesito que sea mi cumpleaños. Hasta mañana.

Héroes es lado B Me despierto todos los días con los dientes doloridos. Tengo que resolver este tema. Esta semana está siendo muy agotadora. Hasta mañana.