Del comer

Me avivé de sacarle la foto cuando ya me había manducado la mitad de la ensalada y de las berenjenas, pero salió bien.

Mientras almorzaba mis berenjenas a la napolitana con mi ensalada de espinaca pensaba en cómo uno puede convertirse en un talibán de la comida.

Como estoy a dieta desde hace varios meses, todo causado por los deliciosos 9 kilos demás que me dejó el 2009, ahora no puedo pensar en comer de la forma en que comía antes del cambio.

En realidad como me dejo influenciar fácilmente por muchas cosas, me creí en serio lo del cambio de hábitos, cambiar la alimentación y hacer ejercicio habitualmente para estar sana y fuerte.

Una vez leí en el blog que más admiro quiero el día de mañana ser esas viejas que corren maratones, o nadan 10 piletas todos los días, o salen a correr todas las mañanas. No quiero ser una vieja achacosa y gorda que apenas puede caminar. Creo que eso hace que se sienta más el peso de la falta de juventud, y debe ser muy deprimente.

También leí por ahí que después de los 30 es más difícil perder peso, entonces puse todas las alarmas en marcha para prepararme, aunque faltan dos larguísimo años todavía...

Entonces decidí, al menos por el momento lo mantengo, que quiero estar en peso, quiero comer sano, quiero no excederme, y quiero renunciar a la comida en cantidades industriales.

Es muy difícil, lo admito. Sobre todo en esta sociedad que tiene una educación nutricional muy básica, y no entiende que estar gordito no es bueno, que hay otras comidas más allá de las harinas y las grasas, que la comida no está para hacer feliz a nadie, y que el ejercicio es algo que todos debemos hacer, no sólo para bajar de peso, sino para mantenernos sanos.

De todas formas no es que vivo a privaciones, como lo que me gusta. O sea, a mí la verdura me gusta, amo las milanesas de soja, los lácteos descremados, no sufro por la falta de azúcar (consumo edulcorantes vegetales), y me gustan las bebidas sin azúcar.

No muero por el pan blanco, ni por la manteca, ni por las papas fritas con huevo frito, ni por los chocolates o las facturas.

Ojo, el alcohol no lo dejo pero trato de moderarme y/o tomar de buena calidad, y sí a veces muero por los snacks, pero los como igual tratando de moderarme, porque sino un día largo todo y me doy un atracón de aquellos. Aunque en general termino descompuesta mal.

Quiero reivindicar la comida sin grasa, sin harinas y sin azúcar, se puede vivir sin abusar de ellas, y lo que la mayoría considera normal, es un abuso.

Ahora, lo más preocupante de esto es la nutrición infantil. Vamos camino a tener los problemas de obesidad que tienen los yanquis, y lo miramos de lejos pensando que eso les pasa por yanquis, y que acá no pasa.

Muchos repudiaron a Cormillot cuando dijo que a los chicos mayores de 2 años hay que darles leche descremada. A ver si lo tenemos clarito, la leche tiene grasas que no son buenas para el organismo, la leche no es el mejor alimento, es uno de ellos. Y la leche descremada es ríquisima, sepanló.

Bueno, ese fue mi descargo.

Saludos y me voy a comer mi manzana de postre.