Transición

Como ya sabrán, mis queridos lectores, estoy en plena transición laboral.

Después de la mala onda recibida, de los comentarios malintencionados (de mi jefe), y las miradas de asombro y desolación (de mis compañeros), hoy estoy en la indiferencia.

No mía, porque no puedo hacerme a la idea todavía y sigo como si nada hubiese pasado, pero sí de mi jefe que me ignora.

Lo bueno de que me ignore es que se comunica conmigo sólo por mail/msn, y que no me pide trabajo. No tengo que aguantar sus comentarios inoportunos y/o desubicados, no me importa si está o salió, y más que nada, está dejando de importarme.

No he festejado aún, creo que aún no caí. De a poco le voy contando a la gente, como tímidamente, cuando todos saben que debería hacer una conferencia de prensa como mínimo para contarle a todo el mundo que finalmente conseguí el tan ansiado cambio.

Me parece muy raro, creo que las cosas que nos hacen mal se arraigan en nosotros más de lo que pensamos.

Mañana festejo con todo, me tomo un champagne y brindo por lo bueno que vendrá, y lo malo que queda atrás.

La semana que viene no tendría ni que venir. Lo estoy considerando.

Saludos y feliz viernes!