Reflexiones obvias

Todos hablamos de la lluvia de ayer y de la de hoy, todos nos quejamos, a todos nos pasó algo horrible o hermoso con la lluvia.

No me molesta mojarme, menos cuando voy saliendo del trabajo. Pero el transporte público me subleva.

Ayer no había trenes, estuve sentada unos minutos leyendo mi libro en el tren con aire, esperando que salga, mientras la multitud se movía inquieta alrededor. Me empezó a preocupar lo que pudiera hacer la gente en esa situación, y me fui.

Salí a intentar tomar un colectivo, y caminando terminé casi en el punto de inicio. Viajé alrededor de hora y media en el maldito 152. Odio ese colectivo porque la gente es tan cool y actúan tan a la "no me importa ir en un colectivo húmedo, soy cool y juego con un cubo mágico, hablo por teléfono o me río a los gritos con mi amigo sobre las vacaciones en Punta". Los odio.

Llegué estressada y cansada, quejándome mucho, obvio. Pensando "por qué no fui en auto?", "por qué no nos fuimos al after como habíamos planeado?". Y consolándome con "es agua nomás, ya llegamos a casita".

Entonces cuando venía quejándome, veo en la esquina de casa una familia completa cartoneando, con bolsas de nylon para cubrirse de la lluvia. 

No me quejé mas.

Hoy fui en el auto, y casi me ahogo con auto y todo en Libertador, después anduve contramano en dos calles, casi choco un auto y un 29 casi me rebana medio auto. Así y todo fue mejor que ayer.

Me dio bronca pensar que hubo gente que ni tuvo que salir con esta lluvia.

Comments

Ann said…
Leí tu reflexión en twitter y me ayudó a no andar quejándome al pedo, aunque en realidad la llevé re bien, me gusta la lluvia incluso cuando estamos atrapados en ella en la puerta del super y después en el auto, con la comida descongelándose! Arremetimos y fuimos felices.
Pero igual, insisto, tu tweet contribuyó a mantener una actitud positiva. Gracias!

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